viernes, 18 de noviembre de 2011

Dime adiós antes de quedarte

La besé, la besé como si mi último aliento dependiera de aquel beso. Me recreé con mimo. Cuando creía que mejor lo estaba haciendo me apartó, y con aire displicente dijo:

-¿Por qué me besas con los ojos abiertos?

-Eh… ¿bueno, ni que pareciera una lechuza, no? ¿Te molesta?

-Es que si no cierras los ojos, significa que no lo estás sintiendo

-Eso no es así, además solo los tengo medio abiertos

-Bueno eso da igual, es exactamente lo mismo. Podemos estar aquí besándonos durante horas y que tu estés absorto mirando aquel gato. O ese árbol. O…

-Mantengo los ojos a medio cerrar, porque no quiero perderme nada. –la corté-Ni un segundo. Ni de la vida que me rodea ni mucho menos de ti. Quiero ver como me miras un instante antes de que nuestros labios se tienten, quiero ver tu boca bailando con la mía y me encanta ver el lenguaje de tu cuerpo. Si me tocas, o me acaricias, o si me atraes aún mas hacia ti.

Me miro con cara extrañada, como aquel que se da cuenta al momento que la persona que tiene delante es una enajenada. Abrió la boca para decir algo, pero rectificó justo antes de emitir ningún sonido. Agachó la mirada, bajó la cabeza y llevándose la mano al bolsillo me devolvió mi pulsera.

-Abur –dijo, antes de marcharse.

2 comentarios:

  1. Sólo puedo decir...ains

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  2. Es como la sensacion de sentir tu mirada cruzandose con la mia..o tus manos rozando muy lentamente las mias para poder tner un instante mas cercano...!

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